El 18 de octubre pasado, Karla denunció ante el propio consejero presidente del INE, el doctor Lorenzo Córdova Vianello, los hechos: fue víctima de violencia sexual y laboral a manos de el licenciado Jorge Eduardo Lavoignet Vásquez –director del Secretariado del Instituto Nacional Electoral (INE).
La respuesta a su carta fue que presentara «la denuncia formal» para poder iniciar una investigación interna consta en el oficio DEA/INV/SDO/040/2017, firmado por el licenciado Bogart Montiel, director Ejecutivo de Administración del Instituto.
Antes de ello tocó otras puertas donde, se suponía, asisten a las víctimas de hostigamiento sexual y laboral, pero también le fueron cerradas. Así lo publicó una investigación que Contralínea publicó el 11 de diciembre en su portal.
En todos sus intentos por conciliar, el INE le ha dado la espalda
Ninguno de los mecanismos que establece el Protocolo para prevenir, atender y sancionar el hostigamiento y acoso sexual o laboral se activó para protegerla; ni siquiera ahora se han tomado acciones, aún cuando ya hay una demanda por despido injustificado contra la institución.
La defensa del INE ante el Tribunal incluso desestimó todos los signos de violencia que Karla presentó en su propia trayectoria laboral, como las múltiples incapacidades médicas y el propio cambio de una plaza fija a un puesto por honorarios, ocurrido después de la parálisis facial. Tampoco, su fallido intento de denunciar a Lavoignet Vásquez no sólo ante la Unidad Técnica, sino también a través de un oficio dirigido al consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova.
Hasta ahora, el Instituto Nacional Electoral mantiene a Lavoignet Vásquez en su cargo, a pesar de que el Protocolo señala que, en casos así, el funcionario –sin importar su rango jerárquico– será separado en tanto se investiga la denuncia.
Fuente: Contralínea